martes, 28 de noviembre de 2023

tomar partido II.

Antes de cualquier título académico, social o comunitario, soy un padre de familia, soy esposo y tambien soy un hijo. Es decir, hay personas a las que amo con todo mi ser, esas personas están delante de cualquier otra prioridad, por ellos me esfuerzo, por ellos lucho día con día, y justamente por ellos, es que decidí tomar partido. Y hablo de tomar partido, no solo de asumir una posición política, sino más bien, asumir la posición de participar activamente dentro de la sociedad desde cualquier ámbito, desde donde sé, que puedo velar por su bienestar.

Así, en el ámbito personal, tomé partido de acercarme a Jesucristo, un Dios qué como hombre, fue un gran maestro, un gran doctor y un líder muy coherente. Muy íntegro, lo sostengo con gran firmeza porque éste hombre, con hechos demostró sus palabras. Así que yo, un humilde ser humano, he tomado la decisión de asirme a su mano, tomándolo como un ejemplo a seguir, por lo que yo mismo me declaro su discípulo. Todo lo que yo quiero, es parecerme a él. Lograr esa coherencia entre lo que dijo y lo que hizo, además, tener esa fe inquebrantable de sabernos hijos de un Dios infinito y poderoso.

Definirme como un alumno de Jesucristo y, posteriormente, declarar como propósito parecerme a él, es una tarea muy difícil. Vivimos en un mundo caído, donde todo lo perverso y toda la maldad está reinando. Es más fácil no hacer nada, que hacer un mínimo esfuerzo. La pereza es reina de nuestro cuerpo físico, sí por nuestro cuerpo fuera, no haría ningún esfuerzo, se comería todo lo que se encuentre a su paso, y aún así, nunca estaría satisfecho.

Pero entender todo lo que nos rodea, es un pequeño logro que puede permitirnos nuestro cuerpo, por lo tanto, es un elemento vital de toda la existencia. Bueno, yo decidí en el ámbito personal, más allá de conceptualizarlo desde la visión de la religión, seguir éstas creencias fundamentando en ellas mi ser y mi actuar. Disfrutando con ello, otro presente tan fabuloso que nos permite la creación, nuestra libertad de elegir.

De esta manera, quizás muchos lean esto y piensen, este muchacho está chiflado, pero yo defenderé aún con mi propia vida mis locuras, cómo también defenderé que se respeten las creencias de los demás, es un derecho que todos tenemos. Entonces, si alguien no creé lo mismo que yo, está bien, yo lo respeto y soy tolerante a sus derechos también. En la medida en que podamos comprender esto, podremos convivir de mejor manera. No estamos obligados a creer todos lo mismo. Lo que si debe prevalecer entre ambos para llevar una sana convivencia es el respeto. Respeto que yo ofrezco y que yo pido. Así no creo que tengamos ningún inconveniente en nuestro paso sobre esta tierra.

Tan simple que es la vida, tan complicada que a veces la hacemos. La vida se puede resumir en lo que acabo de escribir, tenemos nuestros sentidos y la inteligencia para comunicarnos y dialogar, con ellos, podemos platicar para buscar siempre algo mejor. Y cuando somos muchos, ponemos reglas y hacemos lo que la mayoría diga, así aunque no tenemos las mismas ideas o creencias, podemos convivir en paz, respetándonos y respetando las reglas que pusimos entre todos, de esta manera, permitimos que lo que la mayoría diga, eso nos gobierne. Así de simple.

Inventamos la democracia, la igualdad, y las constituciones políticas de las naciones con ese fin. Lograr una sana convivencia en las sociedades. Tan simple seria que seamos honestos e íntegros con nuestras palabras, y en nuestras relaciones con los demás, respetando siempre las reglas y ocupándonos cada quien en lo suyo, pero, no describo aquí lo que sucede, porque tú vives en el mismo mundo en que yo y tus percepciones de la vida has de tener, déjame decirte que yo las respeto completamente.

Regresando a la pregunta inicial sobre ¿Por qué tomé partido? y ¿Por qué me uní al PRI? Aquí otras razones. Tomé partido porque soy consciente de que mi participación es muy necesaria en mi sociedad, yo soy un ente vivo, que actúa, que tiene que cubrir sus necesidades y que por muy pequeño o por muy grande sea mi aportación, ésta es importante. Al ser un ente vivo, soy un creador. Entiendo que si hay algo que no me gusta de mi entorno, puedo cambiarlo, transformarlo o crearlo. Así es como se ha creado todo lo que hoy tenemos a disposición. Los nombres de las cosas, las respuestas de la ciencia, las reglas en la sociedad, las formas de organización de nuestra sociedad, todas fueron creadas en el trascurrir a lo largo de la historia.

Entonces mi participación es muy importante, porque con ella puedo crear, cambiar, transformar o modificar, evolucionando con ello mi entorno. Esa es la importancia de nuestra participación, esa es la importancia de que todos necesitamos tomar partido, involucrarnos en nuestra sociedad es algo que necesitamos retomar todos y todas. Nuestra voz puede aportar buenas ideas, nuestras manos unidas a otras, pueden hacer en suma, grandes cambios en la realidad de nuestro alrededor. De esta manera, estaremos cambiando todo aquello que no nos gusta de nuestro entorno, en nuestras comunidades, nuestros parajes, nuestras colonias, o simplemente en nuestra calle y vecindario. Bajo este esquema, desde lo simple podemos estar cambiando el mundo.

Realmente no importa a qué tipo de institución te unas, esta puede ser una institución política, una organización religiosa, o una organización de la sociedad civil, o simplemente una organización comunitaria. Lo importante es, cómo te desempeñas en ella. Toda institución en sus bases ideológicas persigue el bien común, por lo tanto, al unirte a ella, encuentras las herramientas que necesitas para abanderar ideales, metas o proyectos. Porque en el camino vas a encontrar a otros, muchos otros que están buscando y luchando por lo mismo. Lo importante es unirte a la acción. Hacer poco es mejor que no hacer nada.

El mundo en el que vivimos hoy en día, está avanzando gracias a todas esas personas que actúan, y que actúan correctamente sin que nadie los esté viendo, o los esté obligando. Observa a tu alrededor, hay personas que pagan sus impuestos, sin que nunca reclamen algo. Hay personas que sirven en las iglesias, en las comunidades, en las escuelas, en los hogares y no estan reclamando algo. Ellos y ellas lo están haciendo con integridad, con honestidad, con responsabilidad, porque están consientes de todo lo que aquí he descrito.

Yo quiero que mis hijas y mi esposa caminen libres y seguras sobre las calles de mi municipio, quiero que mis hijas en su futuro tengan agua limpia, aire puro y tierra fértil para que logren autosuficiencia alimentaria, también quiero asegurarles una buena calidad de vida, tal y como la que mis padres y yo tuvimos. Además, espero dejarles a mis hijas un mundo en el que puedan progresar temporal y profesionalmente, asegurándoles con ello, libertad, seguridad e igualdad.

Lograr estos deseos no es tarea fácil, tal parece que nuestra avaricia, nuestro orgullo, nuestra arrogancia y nuestra ignorancia nos están llevando a querer consumir todos los recursos disponibles y estamos dejando de pensar en las futuras generaciones. Observar esto, me movió a la acción. Necesitamos hacer algo al respecto. Y por eso estoy aquí, esas son mis banderas. Espero que entre todos podamos hacer algo todavia, ya que el tiempo se nos está agotando.



lunes, 13 de noviembre de 2023

tomar partido.

Hace unos meses fui nombrado Presidente del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional aquí en mi municipio de Hueyapan, Puebla; una organización política de carácter nacional, al cuál se me encomendó presidir por un periodo de cuatro años.

Durante los primeros días de este nombramiento, mis familiares y amigos de total confianza, se me acercaron y, por la confianza que nos tenemos, me preguntaron ¿Porqué decidí unirme al PRI? Y ¿Porqué acepte unirme a una organización que como marca tiene el rechazo de gran cantidad de ciudadanos?

Éstas preguntas me las hicieron, refiriéndose a éste partido político como un personaje que está totalmente desgastado derivado de las decisiones políticas que se han tomado a lo largo de su historia. Decisiones, que para bien y para mal, han tenido un impacto importante en la vida política, económica, cultural y social de nuestro pais.

Debo decir que yo no soy político, me considero más a mí mismo, como un escritor intelectual o un cronista, sin embargo, por azares del destino, me uní a esta organización política desde hace unos años, y después de simpatizar con su ideología, me afilié a ella como militante, hace aproximadamente unos 23 años.

A lo largo de éstos 23 años, he participado en el ámbito político de mi municipio, a veces desde adentro y a veces desde afuera, tambien he observado el ámbito político a nivel nacional y estatal, pero siempre con la premisa de considerarme a mi mismo, parte de la base priista. Debo reconocer que ha habido momentos en los cuáles mi partido político me ha decepcionado por el tipo de decisiones que ha tomado, las he manifestado, sin embargo, esto no me ha detenido en mi lucha individual y mi creencia de que es muy necesaria nuestra participación activa en la vida política y social de nuestras comunidades. Creo firmemente que si algo no nos gusta de nuestro entorno, debemos hacer los cambios necesarios y no sentarnos a esperar a que alguien externo venga a generarlos.

Mis amigos me preguntaron porqué decidí unirme y participar activamente en este partido político, y cuestionaron cómo es que una persona que así misma se considera intelectual participa en una organización política como es el PRI. Pues a decir verdad, tengo muchas razones, y hoy aquí expongo algunas de ellas.

En el ideario colectivo existe una posición de rechazo generalizado a todo lo que tenga que ver con el PRI, al partido se le responsabiliza por todas las decisiones que de alguna manera lastimaron y siguen lastimando a los ciudadanos, sin embargo, desde mi punto de vista muy particular, no se le está reconociendo por ser el instrumento que permitió la generación de las condiciones en las cuales vivimos hoy en día los mexicanos. Lo más razonable, desde mi opinión, seria, sí responsabilizamos al PRI por todo lo negativo que sucede en Mexico, lo más justo sería que tambien lo responsabilizáramos por lo positivo. 

Sin embargo, sucede un extraño fenómeno en el colectivo social. Por lo positivo responsabilizamos a las personas que llevaron a la práctica las decisiones, y para lo negativo señalamos al PRI, incluso hay algunas personas que tomaron decisiones siendo del PRI, después se cambiaron a otros partidos políticos y desde allá, lo señalan como el único responsable, queriendo engañar a la sociedad de que ellos fueron quienes pusieron en marcha muchas de esas decisiones.

El partido político es un instrumento para establecer condiciones para la democracia en la vida social. En tiempos de su creación, era necesario escuchar la opinión de muchos y tomar decisiones enfocados a mejorar las condiciones que se vivían en nuestro país, por lo tanto, el PRI surgió con el propósito de unificar los distintos elementos revolucionarios del país”, según establecen sus estatutos originales, para pasar de buscar el poder a través de las armas, a buscarlo mediante el debate y los arreglos políticos al interior del partido, creándose así la institucionalidad.

Esta institucionalidad conduce a ese ideario colectivo de castigar y responsabilizar al PRI por todas las decisiones tomadas, sin embargo, cada decisión, cada ley, cada política pública, sea benéfica o dañina y que se haya establecido en algún momento de la historia, tiene nombre y apellido. Culpar al PRI de las decisiones que se tomaron, es como decir que coca cola está contaminando el medio ambiente con sus plásticos, pero en realidad quienes lo hacen son personas, comunes y corrientes como tú y como yo. Coca cola solo es una marca. Quienes consumimos sus productos y luego tiramos las botellas en cualquier lugar somos nosotros. Personas que faltos de conciencia la ponemos en la práctica.

De esta manera revisando la historia, podemos reconocer con nombre y con apellidos a todas esas personas que han puesto en marcha, con su puño y letra las grandes decisiones que nos han generado el Mexico actual. Cada decisión tiene nombre y apellido. Hoy en día, muchos hombres y muchas mujeres, aparecen con un nuevo uniforme, y con su dedo señalan al PRI como responsable y como el malo de la historia, sin embargo, si revisamos un poco de su historia personal notaremos que muchos de ellos, dejaron huellas imborrables en la ejecución de muchas decisiones que hoy nos lastiman a todos los ciudadanos.

El PRI fue creado como un instrumento que a lo largo de su historia generaría las condiciones democráticas y de búsqueda de justicia social, tal y como lo dicta su slogan, y que nos trajeron hasta el año 2023, año en que estamos viviendo los verdaderos frutos de toda la lucha revolucionaria. Hoy en día, todos los mexicanos tenemos derechos, tambien obligaciones, pero podemos afirmar que entre las manos de cada mexicano están las condiciones para decidir un tipo de vida, en un espacio territorial en el cuál estamos protegidos por todas las normas e instituciones que dan certeza a nuestra libertad e igualdad.

En Mexico tenemos instituciones, lo mismo instituciones que nos protegen nuestros derechos fundamentales, como instituciones que están fomentando la igualdad. ¿Por qué no se han logrado todos los objetivos planteados desde las políticas públicas o desde las plataformas de gobierno de todas las instituciones, incluidos los partidos políticos?, la respuesta es una sola, las personas. Me parece como reflexión, que somos los ciudadanos quienes hemos estado fallando en su implementación y puesta en marcha. 

Si queremos cambiar el ámbito político de nuestro país necesitamos cambiar el ámbito individual, solo de esa manera estaremos creando condiciones de mejora a largo plazo. Y para esto es necesario que todos tomemos partido, ya que mediante la indiferencia estamos condenados a seguir repitiendo la misma historia. 

Tomar partido significa asumir una posición, y desde esa posición actuar de manera íntegra, fundamentando nuestro actuar en aquéllos principios que conocemos como correctos, honestos y responsables, asumiendo con conciencia nuestra responsabilidad y la importancia de nuestra participación.

El ámbito político en Mexico, Puebla y en Hueyapan, siempre ha sido tomado por una minoría que sí actúa, que si se responsabiliza de su facultad como ciudadano, sin embargo, han olvidado la colectividad y han pasado al individualismo, argumentando la indiferencia y la casi nula participación de la mayoría, por lo tanto, han preferido velar por sus intereses y por las de sus más cercanos, y han dejado de lado el beneficio de toda la comunidad.

Muchos, -y cuando digo muchos me refiero al 65% de la sociedad-, han decidido por la indiferencia. Hay muchas autoridades públicas, a quienes conocemos como políticos, en los ámbitos municipal, estatal o federal, que han sido elegidos sólo por un 35% de los ciudadanos. Lo cual representa solo un tercio de la totalidad que debiéramos de hacerlo.

Yo tomé partido, y asumí una posición, y en ella fundamento mi actuar individual, no de grupo, no de partido, yo asumo la responsabilidad de mis actos, de mis acciones y de mis decisiones. Por ellos se me juzgará. Me parece, sería lo más razonable. Podemos calificar el actuar de las personas por sus acciones y por sus decisiones de corte individual, más allá del color de uniforme que porten o de aquello que dicen.

De esta manera, estaremos comprendiendo que las instituciones sólo son vehículos, y las personas somos en realidad los conductores.