lunes, 27 de octubre de 2014

...la educación...

...investigando en estas semanas he descubierto las condiciones en las que nací, aquél segundo martes del mes de octubre de 1981, en una casa con techo de cartón y cercado de bambú en la comunidad de Las Gardenias, mi madre, tuvo una labor de parto que fue asistida por una vecina, una señora campesina sin preparación medica mas que el de la universidad de la vida, y aun así no hubo ninguna complicación con mi nacimiento; nací y crecí en una comunidad, lejos de la energía eléctrica, lejos de la televisión, lejos del pavimento, incluso lejos de la carretera, nosotros nos comunicábamos por medio de veredas y brechas hechas para las mulas y los caballos, que en ese tiempo eran los medios para trasportar los víveres de la cabecera municipal así como para el traslado de la producción de café de dichas comunidades hacia los lugares donde se procesaba, específicamente El Progreso, Hueytamalco, y Hueyapan. El único medio de comunicación en aquella comunidad era el radio, que funcionaba con baterías y que posteriormente se modernizo con el uso del acumulador.
Escribir ésto, me hace reflexionar acerca de todo ello, y entrando al tema que nos ocupa en este articulo, descubro, que mi objetivo siempre fue el mismo, estudiar, ¿porqué? no lo sé, pero nunca cambió, viví en una comunidad muy pequeña hasta ese entonces, sin embargo, en mi mente siempre permaneció la idea de aprender todo lo que existía mas allá, fue así como, mi hambre de conocimiento inicio en la escuela primaria, donde me enseñaron a leer, y con ello pude entrar en ese magnifico mundo del saber, encontré magnificas historias en los libros que nos regalaban en la escuela, posteriormente al salir de mi comunidad hacia la ciudad de Puebla con tan solo once años de edad, mi primer deseo se cumplía, culminar la primaria y lo hice en una ciudad muy alejada de mi humilde hogar y de mi familia, de Puebla me traslade a Zaragoza mi destino me esperaba en el internado para varones de la Escuela Secundaria Técnica, tres años de aprendizaje y conocimiento puro, en un ambiente de independencia en plena adolescencia, a los quince años, tomé otra decisión muy arriesgada, viajar a la Ciudad de México para continuar mis estudios de Preparatoria y así fue, ya para el año mil novecientos noventa y nueve decidí regresar a mi pueblo, Hueyapan, donde con mucho esfuerzo y sacrificio pude inscribirme en el Instituto Tecnológico Superior de Teziutlan para estudiar la Licenciatura en Administración, debo mencionar que durante todos estos años de estudio fui beneficiado de distintas becas, becado por obtener buen promedio o a veces, por pertenecer al medio indígena, tanto del gobierno, de la institución educativa o de algunas organizaciones sociales que me tendieron la mano para poder continuar con mi preparación académica, gracias a ello, conocí organizaciones estudiantiles como el Movimiento Estudiantil Poblano Hermanos Serdán en Zaragoza, o la Casa del Estudiante Ricardo Flores Magón en el Distrito Federal, todos ellos pertenecientes a Antorcha Campesina tanto en el Distrito Federal como en el Estado de Puebla, a mi parecer, de no haber contado con el valioso apoyo de todos ellos, mi transito por esta ruta académica habría sido mas difícil. en todas estas instituciones educativas aprendí ciencia, pero también aprendí de la universidad de la vida por medio de las experiencias y mis vivencias.
Con el paso de los años me hice aficionado a la lectura, porque descubrí un secreto, en los libros se encuentran las experiencias de vida de los autores, hombres o mujeres que vivieron en este mismo mundo, quizá, en épocas distintas, sin embargo, vivieron las dificultades, los retos, las bondades, e inclusive los problemas que probablemente nosotros estemos viviendo en la actualidad, solamente en distintas circunstancias, esa verdad me llevó a entender que los libros contienen y son una rica fuente de conocimiento, mediante el cual nosotros podemos descifrar algunos secretos de esta vida y de este mundo.
En la actualidad la gente, en palabras convencionales opina que "nadie aprende en cabeza ajena", aludiendo a que ninguna persona aprende de los aciertos o de los errores de los demás, yo opino, que depende de cada persona, si la persona es sabia busca sabiduría, si es necio piensa que ya lo encontró, porque un hombre inteligente aprende de sus propios errores pero un sabio aprende de los errores de los demás. Y esa es nuestra tarea, aprender de nuestros propios errores o de los errores de los demás, con el único fin de no tropezar con los mismos errores dos veces, es así como nosotros seremos mejores personas cada día de nuestra vida, buscando siempre elevar nuestro conocimiento y viviendo a la altura de ello, de esta manera la educación y el estudio nos conducirán hacia una verdadera libertad.

lunes, 20 de octubre de 2014

...trabajar...

...hace algunos años escuche y se me grabó una buena frase, del filosofo chino Confucio misma que dice "elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida" de allá por el 551 A.C.; es una muy interesante declaración, para reflexionarla, analizarla y sobre todo para aprender de ella, desde pequeño recuerdo que mi padre me inculco a mí y a mis hermanos una cultura de trabajo y esfuerzo, en el rancho, no estábamos tan condicionados por un horario, mas bien funcionábamos de acuerdo a la luz del día, donde la hora de levantarse normalmente era a las siete de la mañana, y la hora de dormir por allá de las ocho de la noche, había todo tipo de actividades, desde partir leña, alimentar a los animales domésticos, aparejar las mulas, afilar las herramientas, actividades preparativos de la jornada de trabajo, después del desayuno comenzaba la jornada de trabajo como tal, mismo que terminaba a las seis de la tarde, ojo, la jornada de trabajo, sin embargo en la casa había aun actividades por terminar, por ejemplo, guardar las herramientas de trabajo, alimentar y acomodar a los animales en sus respectivas zonas de descanso, y así sucesivamente, todo el día había algo que hacer, gracias a esa vida nuestra visión hacia el trabajo siempre ha sido muy cordial.
Mi padre nos hizo combinar trabajo con estudio, disciplina con diversión, porque él sabia algo que nosotros a esa edad aun no conocíamos por nuestra inmadurez, pero era un secreto que mi padre obtuvo gracias a la experiencia de vivir, gracias a eso, mis hermanos y yo, a donde sea que salimos, con las personas que nos hayamos relacionado, nuestra actitud de esfuerzo nos abrió puertas, nos hizo personas confiables, y sobre todo nos hizo ganar el alimento de cada día.
Ya como profesional tuve la oportunidad de participar en programas de reclutamiento y selección de personal en las empresas donde me desempeñe, en esas actividades tuve la oportunidad de interactuar con muchas personas, hombres y mujeres que estaban en busca de colocarse en alguna empresa, de todas las actividades que realizábamos en dichas entrevistas había una pregunta muy especial, ésta consistía en que le teníamos que preguntar al candidato ¿cual era su opinión acerca del trabajo? un día en la ciudad de Córdoba, Veracruz, allá, me asignaron entrevistar a cinco candidatos, hubo una respuesta que me enseño mucho de lo que hoy estoy escribiendo, la respuesta de este candidato fue tan simple y tan sencilla, dijo, yo creo que el trabajo es necesario para el ser humano porque con ello desarrolla esas habilidades y capacidades innatas de las personas, me dejo sin palabras, porque me quedé reflexionando en esa respuesta, terminamos la jornada de trabajo y yo continuaba reflexionando la misma respuesta, ahí, ese día confirme un conocimiento tan grande, una verdad eterna.
Muchas personas todos los días se levantan sin animo, con la mala fortuna de tener que trabajar, su respuesta mas común en sus charlas es pos no hay di otra, ignorando completamente ésta verdad, donde el trabajo es una herramienta necesaria para el ser humano. Con ella se desarrollan las habilidades y capacidades innatas de las personas, gracias al trabajo es que nosotros vamos haciendo un acumulado de conocimientos, conocimientos que con el paso de los días, nos ayudan a obtener los medios para cubrir nuestras propias necesidades y a mejorar nuestras condiciones y las condiciones de los que están a nuestro lado.
Llegamos a este mundo puros, limpios sin ningún conocimiento, y es gracias al trabajo que el pequeño aprende a caminar, gracias al trabajo el niño aprende a leer, gracias al trabajo que las personas podemos lograr en algún momento de nuestra vida nuestra propia autosuficiencia, donde nosotros somos capaces de satisfacer nuestras propias necesidades sin tener que acudir a una tercera persona para que vele por nosotros, porque recordemos que cada persona cuenta con dos manos y dos pies, justamente para que cada uno pueda alimentarse por si mismo.
Mi estimado, si hoy no sabes andar en bicicleta, lo único que debes de hacer es trabajar para adquirir una bicicleta y practicar para aprender a manejarla, si hoy no sabes manejar la computadora, lo que deberás de hacer es trabajar, estudiando y practicando, todo lo que hoy aun no sepas hacer puedes aprenderlo gracias al trabajo, cuanta razón tenia Confucio cuando dijo que eligiéramos un trabajo que nos guste para así nunca tener que trabajar, porque entonces lo que estaremos haciendo es aprender divirtiéndonos. nos leemos la próxima semana.

lunes, 13 de octubre de 2014

...celebrar nuestro cumpleaños...

...en México, a lo largo de mis treinta y tres años de vida, he aprendido que la vida se vive en ciclos, ciclos de un año comúnmente, los mexicanos tomamos como base un periodo de un año, mismo que se comprende por los doce meses, iniciando en enero y culminando en el mes diciembre, ésta es la forma mas convencional en nuestro país, sin embargo, existen otras formas de clasificar dichos ciclos, por ejemplo; los periodos de nuestro crecimiento, es decir; niñez, adolescencia, juventud, adultez, y vejez, o por nuestros periodos de estudio, es decir educación inicial, educación preescolar, educación primaria, educación secundaria, educación preparatoria, educación superior, y así sucesivamente, podemos enumerar muchas formas de clasificar nuestros ciclos, dependiendo todo ellos de las circunstancias de nuestra vida personal, hoy, voy a comentar un tema en especifico, el lado bueno de celebrar nuestro cumpleaños y lo que podemos aprender de ello, ésta es una fecha muy importante, si así lo analizamos, porque puede ser el momento preciso que a veces necesitamos o estamos esperando, ya sea para cerrar o para iniciar un ciclo nuevo.
En mi experiencia personal hubo un periodo de completo desconocimiento de un cumpleaños, puedo afirmar que para mí no existió dicho acontecimiento durante mi niñez, nací, crecí y viví en un ambiente donde el cumpleaños no se celebraba, no era necesario, en mi familia no existía la tradición de celebrarlo, supe lo que es celebrar un cumpleaños hasta que cumplí los quince años, allí fue la primera vez que celebré mi primer cumpleaños, y desde ese día le tomé importancia, aunque no demasiado pero con el paso de los años he ido incrementando la espera de ese acontecimiento año con año.
Hoy soy padre y mi opinión ha cambiado mucho acerca de un cumpleaños, tengo una hija, y entiendo que los niños esperan esta celebración, porque en ese día les es permitido hacer muchas cosas divertidas, jugar, invitar a sus amigos, partir y comer un pastel de cumpleaños, incluso a veces se les prepara su platillo favorito con el objetivo de hacerles pasar un excelente día, y que decir de las mamas que se esmeran por celebrarles a sus pequeños, es un día especial para consentir y demostrar el cariño que los padres le tenemos a nuestros hijos o hijas, de aquí obtengo dos importantes puntos para reflexionar, y que hoy son tradición en nuestra sociedad, el primero, en el día de nuestro cumpleaños nos permitimos hacer cosas divertidas, y el segundo, el día de nuestro cumpleaños demostramos el cariño que tenemos por nuestros semejantes, llámese hijos, hijas padres, etc., yo creo, que encasillamos un cumpleaños a un solo objetivo divertirnos y demostrar amor, encerrándolo en un ciclo demasiado largo, porque caemos en una costumbre donde podemos hacer cosas divertidas solo cada doce meses o demostramos amor por nuestros semejantes solo en el día del cumpleaños, cuando en realidad deberíamos de hacer que ese ciclo de doce meses se convierta en un ciclo de veinticuatro horas exclusivamente.
Como hacerlo?, sencillo, en mi humilde opinión, nosotros debemos de esforzarnos por convertir nuestros ciclos de doce meses a veinticuatro horas, donde en vez de esperar hasta nuestro cumpleaños para poder hacer cosas divertidas y para demostrar amor hacia nuestros semejantes, reducirlo a un ciclo de veinticuatro horas, eso significa, que cada día debería de estar llena de los dos puntos que reflexione con anticipación, es decir; permitirnos divertirnos cada día, y demostrar amor a nuestros semejantes todos los días, de esta manera estaríamos viviendo en el presente, no esperando el feliz cumpleaños próximo, ni añorando el feliz cumpleaños pasado, sino simplemente disfrutando de cada día, haciendo cosas divertidas y demostrando amor hacia nuestros semejantes, aprovechando al máximo el tiempo que nuestro dios todopoderoso nos regala día con día, logrando así una vida plena.
Para concluir, amigos, amigas, a lo largo de mi corta vida, he aprendido, que debo esforzarme todos los días por ser feliz, por pasarla bien y por hacer cosas divertidas a cada momento, ya sea en mi trabajo, en mi familia o con mis amigos, así como también demostrarles mi cariño aprovechando el presente al máximo y definitivamente coincido con aquella frase del célebre Benjamín Franklin que dice: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Un abrazo...
  

lunes, 6 de octubre de 2014

...los errores que cometemos día a día...

...hay una frase, que ha marcado la diferencia en mi vida, desde que la conocí todos los días, mi mente la recuerda y la repasa una y otra vez, retumba cual trueno y es mi grito de batalla para salir con buen ánimo a mis actividades, la encontré en una escritura de Doctrina y Convenios de la iglesia a la cual acudo cotidianamente, la recuerdo muy bien, se quedó plasmado en mi memoria y al pie de la letra dice lo siguiente, entiende, hijo mio, que todas estas cosas te servirán de experiencia y serán para tu bien, hoy, cerca de cumplir 33 años de vida, llenas de alegrías, tristezas, triunfos, derrotas, encuentros, desencuentros, y definitivamente, todo he pasado a lo largo de estos maravillosos años de vivir, en un principio debo decirlo, no entendía nada, para ello debo remarcar que esta frase la leí en el año 2011, cuando tenia 30 años de edad, pero antes de que ello sucediera, debo manifestarlo también, al igual que muchas personas que hoy caminan por la vida, tenia muchas preguntas, interrogantes con respuestas tan complicadas como ¿Que vine a hacer a este mundo?.
Hoy, dedicaré a este articulo esta sola pregunta, posteriormente analizaremos algunas más, ya que es una pregunta difícil de contestar, no?, porque encierra muchas cosas, desde joven defendí una idea propia, mía solamente, que surgió de la nada, en mi vida cotidiana de juventud todo lo encerraba en un; vine a este mundo a aprender, por ello, tomé, muchas decisiones de las cuales hoy estoy satisfecho; decidí estudiar, decidí practicar deportes, decidí practicar artes, y me divertía, porque de eso se trataba mi vida, de aprender, gracias a esa idea tuve éxito y triunfos, sin embargo, con el paso del tiempo fueron apareciendo también las tristezas, las derrotas, los fracasos, y los desencuentros, entonces mi frase favorita de vine a este mundo a aprender ya no era tan agradable, mi óptica de la vida ya no era tan optimista, porque en esos momentos difíciles, mis emociones me ganaban, entonces buscaba de alguna manera justificar mis errores o mis fallas, a veces culpando a los demás, a veces huyendo a mis responsabilidades y a veces simplemente actuando indiferente ante mis problemas, todo era motivado por mi orgullo que en ese entonces, no me permitía aceptar, que yo también cometo errores, que soy una persona ordinaria que tiene derecho a equivocarse.
Y así permanecí un largo periodo de tiempo, un tiempo en el cual, mi conocimiento acerca de las cosas y de la vida, estaba en un mar de confusiones, fue allí, cuando surgió esa pregunta de tan difícil respuesta ¿Que vine a hacer a este mundo?, dicen que cuando al alumno esta listo, el maestro aparece, y eso fue lo que sucedió, en mi búsqueda de esa respuesta llegué a la escritura mencionada con anterioridad, entiende, hijo mio, que todas estas cosas te servirán de experiencia y serán para tu bien, con esto confirmé lo que ya sabia y lo que ya practicaba, amigos y amigas, llegamos a este mundo sin conocimientos, como le digo a mi hija, empezamos en el nivel cero, pero nacemos con habilidades y capacidades divinas, porque poseemos la cualidad de aprender aquello que no conocemos.
Desde el momento en que llegamos a este mundo nos adaptamos a él, cuando somos bebés, nos enfermamos, esas enfermedades hacen que nuestro cuerpo desarrolle las defensas necesarias para protegernos, de niños aprendemos a caminar y para ello, practicamos mucho, juntamos la capacidad de nuestro cuerpo y nuestra habilidad de aprender, primero gateamos, luego hacemos pasos, y posteriormente caminamos, logrando así mantenernos de pie, todo esto lo logramos practicando, una y otra vez, caemos varias veces pero al final aprendemos a caminar y mantenernos de pie, Y esto amigos míos, sucede todos los días de nuestra vida, todos los días tomamos decisiones, algunas tienen resultados favorables, algunos resultan desastrosos, sin embargo, cada decisión que tomamos nos da conocimiento, sea bueno o malo el resultado, nos genera un conocimiento, y ése es el punto mas importante de vivir en esta tierra. Aprender.
Cometeremos errores, claro que si, todas las personas cometemos errores, todas las personas a veces tomamos malas decisiones, todas las personas en algún momento de nuestra vida nos equivocamos, pero esta bien porque al final lo importante es el conocimiento obtenido que será para beneficio de nosotros mismos. Y ese amigas, amigos es el secreto mas grande del mundo, aprender de ellos para no volver a cometerlos, porque a partir de ese momento nos estaremos haciendo personas sabias...